lunes, 19 de julio de 2010

DISCURSO CON MOTIVO DE CONMEMORAR LOS XXXIX ANIVERSARIO DE LA PARROQUIA MIQUEL PEÑA

Al sur de Valencia

La capital del estado Carabobo se designó primero con el nombre de la Nueva Valencia del Rey, cuando se incluía la Anunciación en el nombre de la ciudad, se llegó a creer que su fundación había ocurrido el 25 de marzo por ser esta fecha el día de esta virgen, pero se ha comprobado que su primera patrona fue Santa Úrsula... oficialmente está aceptado que la ciudad fue fundada el 25 de marzo de 1555 por el capitán Alonso Arias de Villacinda, gobernador y capitán general de Venezuela desde 1.553 hasta 1.557 y que tal hecho ocurrió durante el primer año de su gobierno. Se dice que la ciudad se formó “de hecho” de un hato de ganado establecido por el capitán Vicente Díaz en 1552, por lo que se debe tener a éste como primer poblador de Valencia. También se dice que esta ciudad fue fundada para sustituir a Nuestra Señora de la concepción de la Borburata fundada a su vez por Juan de Villegas el 24 de Febrero de 1548, dos meses después de haber éste descubierto el Lago de los Tacarigua, el 24 de Diciembre de 1547. Se necesitaba una ciudad más segura y protegida por la cordillera. El día y el año no han sido precisados por los historiadores de la región, aunque se ha tenido como tal el 25 de Marzo de 1.555, según la afirmación del historiador José Oviedo y Bañes.

Torcuato Manso Núñez, ilustre carabobeño, en su libro “Historia de Carabobo”, llega a la conclusión de que Valencia no fue fundada formalmente, por lo que no tiene acta de fundación, y en su juicio Valencia comenzó a formarse en un hato de ganado en donde hoy está la parroquia de la Candelaria.

Rafael Saturno Guerra. En su Libro “Recado Histórico para Valencia” nuestro primer cronista de la ciudad igualmente indica que la ciudad primitiva estaba situada en el suroeste, hacia el Calvario.


DE PARROQUIA CANDEARIA A PARROQUIA MIGUEL PEÑA

Es imprescindible referirnos antes a la Parroquia Candelaria para poder comprender los orígenes de lo que es hoy la parroquia Miguel Peña y porque lleva el nombre de ese prócer.
La Parroquia Candelaria tienes muchos aspectos histórico, comenzando con su iglesia que se remonta desde lo colonia, la cual se empezó a construir en el año 1782, otorgada la licencia por monseñor Mariano Martí, Obispo de Caracas y Venezuela. También esta parroquia aparece en el proceso independista 1810-1811, pasando por el proceso republicano de 1830 hasta la Valencia Pre-industrial.

Según el Dr. Guillermo Mujica Sevilla en sus libros titulado De Azules y Brumas tomo II – III refiriéndose a la Parroquia Candelaria, dice: “había un general llamado Matías Salazar (Matiitas) como lo conocía el pueblo y que nació en el Pao (Cojedes) en 1828. Fue un hombre inquieto con actividad militar en tiempo de Guzmán Blanco que estuvo al principio con su compadre, pero luego se puso contra él. El presidente Guzmán se encontraba en Valencia y Matías le tendió una “trampa”. Lo invito a conocer un estupendo caballo “Rucio Moro”, en una caballeriza en Valencia, Guzmán iba a atender la invitación pero no fue, porque alguien le advirtió que si penetraba en la caballeriza lo iban a matar varios hombres de Matiítas, que lo estaban esperando... pues bien, la tradición dice que dicha caballeriza estaba en la parroquia Candelaria. Esto ocurría a finales del siglo (XIX).

Don Miguel Colombet, eminente periodista e historiador, lamentablemente desaparecido, en su Carabobo histórico pintoresco (II) nos informa sobre otros aspectos de la Candelaria. Uno de ello es que antes de ser Plaza Peña en 1881, fue denominada por la municipalidad valenciana “Plaza Gregoriana” en homenaje a José Gregorio Monagas, bienhechor de los esclavos, incluso se ordenó colocar en el centro de la plaza una estatua de Monagas (1877), lo cual no llegó, aparentemente a realizarse. Fue la estatua de Miguel Peña la que se colocó en la plaza y fue inaugurada por el Presidente de la República General Guzmán Blanco el 22 de Septiembre de 1881.

Hoy no hablaré del prócer, sólo diré que el Dr. Miguel Peña, valenciano hombre de discutida pero importantísima trascendencia en los destino de la república en el proceso de 1830, de profesión abogado, quien vivió entre 1780 y 1833, con nacimiento y fallecimiento en Valencia muy cerca de la Plaza Candelaria por la calle Cantaura. De allí presumo le colocan el nombre a nuestra parroquia, ya que estos espacios pertenecían a la Parroquia Candelaria.

Valencia sigue en su transcurrir y recibe al siglo XX con la aparición del petróleo como palanca de desarrollo para la economía venezolana y la parroquia Candelaria con sus hatos, caballerías, pequeñas haciendas, cañaverales y grandes potreros con sus lagunas comienzan a formarse al sur de la parroquia algunos caseríos.

La dinámica espacial y el crecimiento de Valencia al sur de la Candelaria en las primeras décadas del siglo XX son habitadas por los moradores, peones de fundo comienzan a establecer pequeños asentamientos a la sombra de los grandes terratenientes dueños de estos hatos que forman parte de esa clase social llamada “la Valencianidad”. Luego, muchas de estas tierras fueron abandonadas por ellos, al no poseer los documentos legales, otros se fueron muriendo, pero lo que sí es ciertos es que estos terrenos desde sus origen eran ejidos del Municipio Valencia. En entrevista a vecinos con más de 50 años viviendo en la Parroquia Miguel Peña, comentan que existió una gran zona llama Cruz de Legua, lo que es hoy Lomas de Funval y por allí el general Cedeño compadre de Juan Vicente Gómez tenía un gran hato.

Es en aquella Valencia empedrada en las primeras décadas del siglo XX que la ciudad comienza su desarrollo poblacional, lento pero indetenible y los espacios agrícolas y ganadero del sur son visitados y asechados por los moradores de la periferia de la ciudad y de otras latitudes en busca de trabajo y un lugar donde vivir. Ya para ese entonces funcionaban los telares Valencia muy cerca de la Plaza Candelaria (pequeña zona industrial) muy cerca de donde hoy funciona la Bomba la Concha.


Para la década de 1940, estas grandes haciendas, potreros, ocupadas por campesinos, moradores y trabajadores de esos fundos se van convirtiendo en pequeños caseríos (lo que es hoy Bocaina, Regino Peña, etc.) alrededor del gran Camino Real hoy avenida Aránzazu, que era una de la vía principal para transitar a esta zona, también por aquí sacaban al ganado de los hatos, hay que recordar que donde es hoy sector la Castrera y Ricardo Urriera existía una romana donde pesaban el ganado, luego lo llevaban una parte al matadero (hoy periférico) y la otra a la estación Camoruco (actual Rectorado Universidad de Carabobo). Este camino se iniciaba desde Cruz de Legua hasta llegar a la Plaza Bolívar, donde los pobladores de la zona se dirigían a los almacenes de Valencia a comprar su aceite, sus telas, la sal y de vez en cuando su aguardiente.

En la década de los 50 y 60 ya comenzaban a desarrollarse algunos centros urbanísticos y algunas construcciones en esta zona, dentro de las cuales se encuentran las urbanizaciones Palotal, Fundación Mendoza y la remodelación de los puentes históricos El Boquete, Dos Bocas (el Ahorcado) y Santa Rosa.

En la década de los 70, esta parroquia comienza a tener presencia oficial dentro del municipio Valencia, es fundada el 04 de agosto de 1971, siendo unos de sus fundadores el insigne valenciano don Oswaldo Feo Caballero. La parroquia comienza una fase de construcción de algunas avenidas y calles tales como: Avenida Aránzazu, Sesquicentenario, la Vía el Paito, Lisandro Alvarado y avenida Enrique Tejera.

Las décadas de los 80 y 90 marcan el crecimiento abrumador y violento que sufrieron estos espacios, para los noventas no era la sombra de lo que fue 30 años atrás, de aquellas haciendas, potreros, lagunas y sembradíos no quedaron rastros, la parroquia se convierte en la más poblada del municipio, a pesar de ser una de las parroquia con menos años de fundadas.

Actualmente la parroquia tiene aproximadamente 570.000 habitantes, casi la mitad de la población de Valencia y es mayor que la población del estado Cojedes. Con una población eminentemente joven promedio de edad 24 años que nos lleva a decir que hay un potencial en capital social para el desarrollo del estado Carabobo.

Cada año que pasa la parroquia sigue avanzando en su desarrollo, sus habitantes dan un ejemplo de dignidad, de trabajo, sobre todo su juventud, que cada día se prepara con esfuerzo. Las familias luchan para garantizar un mejor porvenir a sus hijos, el parroquiano de Miguel Peña es trabajador, pujante y progresista.
Esperando que los futuros gobernantes (Gobernador, Alcalde, Diputados Concejales), se recuerden de trabajar más por ella. Desde aquí le enviamos un mensaje de reflexión: más amor, cariño, respeto.
En este nuevo aniversario le recordamos que la parroquia no puede seguir siendo vista como un atractivo electoral. El ex gobernador Acosta Cárlez prometió tantas cosas y no cumplió. El actual gobernador ni se siente en el estado. El actual alcalde prometió la Plaza Bolívar, todavía la estamos esperando. Los habitantes de Miguel Peña exigimos que nos construyan más espacios culturales (ateneo, casa culturales, complejos deportivos, la Plaza Bolívar, más avenidas) culminación de la Aránzazu e instituciones educativas, especialmente liceos.


Prof. Alí Joaquín Campos
Cronista Oficial de la Parroquia Miguel Peña

No hay comentarios:

Publicar un comentario